miércoles, 24 de agosto de 2011

Dias muy VIVOS dedicados a los MUERTOS...

"La muerte calaca y flaca" y su gemela "La Catrina"

En todo el mundo se conoce la gran tradición que existe en México para venerar a los muertos, casi con devoción, durante los días 1º y 2 de noviembre, los días siguientes a la Noche de Brujas, tradición de origen celta que aún se conserva en países anglosajones y de ahí se ha difundido e imitado mundialmente casi, el famoso “truco o trato”.

Aclaro que no pretendo hacer una tesis al respecto, no soy docta en la materia, solo quiero dar mi versión de los festejos panteoneros, en el mejor sentido, que hacemos los mexicanos el Día de los Muertos, o mejor dicho los días de los muertos, porque el calendario ritual señala dos ocasiones para la llegada de los muertos, y ya de paso hacer un homenaje a los míos, que los llevo siempre en el corazón.

Cada una de ellas es una fiesta de alegría y evocación. El dolor no existe, pues no es motivo de tristeza, la visita cordial de los difuntos;  el primer día dedicado a los “Todos los Santos” (que murieron en edad infantil)  y el día 2 de noviembre a los muertos “grandes” o día de los Fieles Difuntos, celebración que ha sido declarada por la UNESCO  Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.





La fiesta se vive de una manera natural, para los mexicanos no representa nada exótico, es parte de nuestra cultura, para mí, cuando vivía en México, era el día de poner un altar, con figuras de azúcar en forma de calavera, flores, agua, comida, frutas y una botella de tequila, que realmente no sé si a mis muertos les gustaba el tequila, pero por si traen invitados, nunca se sabe, ese día saco las fotos de mi padre José Márquez Villegas, mi abuela Doña Petra Pavón Castro, mi abuelo Don Doroteo Contreras Utrera, y el Dr. Olver Benítez Castillejos, entre otras cosas porque no podía ir a las tumbas de cada uno, ya que  los tengo repartidos por todo el territorio mexicano, y la verdad, por circunstancias, no tengo claro si aun existen, con lo cual mi fiesta era diferente, un día especial en el que pienso en ellos todo el día, los recuerdo y los venero a mi manera, aún en España continúo realizando mi ritual, con mucho cariño y devoción. Con el tiempo y como es natural, la lista se ha ido aumentando con otros seres queridos que también han partido.

La gente acude en riadas a los panteones para limpiar las tumbas de sus muertos, algunos se quedan toda la noche, llevan comida para ellos y para la ofrenda a los difuntos, cuentan anécdotas y hacen vigilia recordando a sus familiares, las calaveritas de azúcar no pueden faltar, son tan necesarias como las flores, tenemos una variedad de flores especial para la ocasión que se llama así, “flor de muerto” o “cempazuchitl” , es de un color amarillo casi naranja, se llenan los panteones de esas flores, se siente  la CELEBRACIÓN. no un día triste, aunque al final rueden algunas lagrimas recordando a los que no están, sobre todo si está reciente el fallecimiento, de ahí que se escuche que en México "nos reímos de la muerte". Yo diría que, mas que reírnos, tenemos un trato de naturalidad con ella.

La exagerada hospitalidad de los mexicanos es muy famosa en el mundo, se manifiesta a la menor provocación, aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos. Hay que deleitarles y dejarles satisfechos con todo aquello que les gustaba en vida; la comida, la bebida y el pan de muerto que es especialmente elaborado únicamente en esas fechas.

Desde remotas épocas hasta la actualidad, el “banquete mortuorio”, resplandece en todas las moradas nacionales, desde los humildes jacales o casas rústicas, hasta los palacios y mansiones. La comida ritual se efectúa en un ambiente regiamente aderezado en el que vivos y muertos se hacen compañía.


La celebración también consiste en cantar y tocar las canciones que le gustaban a los difuntos, todo esto junto te da la sensación de alegría, de fiesta, y el resto de la gente que no suele ir al panteón celebra en privado su noche de muertos, sobre todo con velas, siempre debe haber una luz, la luz del fuego encendido, y en alguna ocasión se convocó a poner las velas en las ventanas, eso parecía un inmenso panteón, cuando hablo de esto se me eriza la piel y me emociono de pensar que aun estando lejos, cada año el día de muertos, las fotos salen del cajón, toman protagonismo en mi salón ante la mirada intrigada en un principio, de mi marido, y comprensiva y cómplice en la actualidad.



En una sola ocasión los vivos “conmueren” con sus difuntos, ellos que no olvidan donde vivieron en la tierra acuden puntuales a la cita, nos los vemos pero los sentimos, sabemos que están, que han venido como cada año. Cuando era pequeña me asustaba la idea de ver a alguno de los “invitados” a ese jolgorio, pensaba que me moriría también si lograba ver uno, ahora daría cualquier cosa por ver un solo instante a cualquiera de ellos, preguntarle cosas, darle besos, esperar que me dijeran que están orgullosos de mi… o no…
Me gustaba elaborar las “calaveritas” (no las de azúcar) que no son otra cosa que rimas en “memoria” de los amigos o compañeros de trabajo como si estos ya estuvieran muertos, y en algunas ocasiones lo disfrutaba muchísimo, me sentía muy aliviada de decir en mis versos, que aquel hijo/de/tal que me hacia la vida imposible acababa de fallecer, hay que tener mala leche, no para sentirse feliz de la muerte del otro sino para que los demás sientan alivio con la “mala” noticia  ;-)


Por poner algún ejemplo;

Al que anda enamorado
cierta mujer echa un reto
no se figura el menguado
que enamora a un esqueleto.

Es una verdad sincera
lo que nos dice esta frase:
que sólo el ser que no nace
no puede ser calavera.
....
Es calavera el inglés,
calavera, sí señor,
calavera fue el francés
y Fauré y Sadi Carnot.
El chino, el americano,
el papa y los cardenales,
reyes, duques, concejales
y el jefe de la nación
en la tumba son iguales:
calaveras del montón....
Los ricos por su elegancia,
los pobres por su miseria,
los tontos por su ignorancia,
los jóvenes por su infancia,
los hombres de edad madura,
todos en la sepultura,
tumba fría en el panteón
serán, como dice el cura:
calaveras del montón.


Se les dedican al jefe, al vecino, a la novia, al marido, a la suegra,  no por querer verlos muertos, sino en tono de broma, destacando características de su personalidad para poder distinguir enseguida de quien se trata, vamos como un anuario del colegio.

Cada región celebra a su manera tiene un sello propio en esta fiesta, pero en todas los protagonistas son elos; los muertos, cuyo espíritu viene a visitarnos, se crea una atmosfera de misterio y espiritualidad que hace el aire más denso y el frio cala en los huesos, a veces es miedo, (hablo de mi cuando era pequeña) otras emoción, pero siempre la sensación de que están ahí, a nuestro lado…

Durante el día acudimos a Misa a pedir por las almas que se han adelantado y cuando cae la noche, los que acuden a los panteones tiene su “encuentro” con esos invitados especiales, que anualmente están ahí, puntuales y suponemos muy elegantes para disfrutar del banquete que con muchísimo cariño se les prepara…

Hay infinidad de leyendas relacionadas con los muertos, cada lago, montaña, cada rincón de mi México querido encierra una leyenda y te la cuentan como si la hubieran visto, y yo no podía ser menos,  en mi infancia también tuve mi “encuentro” era un lugar un poco especial, era muy chiquilla y recuerdo que en una de estas celebraciones, había una fogata y me quedé mirando fijamente el fuego y “sentí” como se acercaban con sus alargadas figuras, eran desconocidos, me arropaban, me protegían; con el paso del tiempo he razonado y creo que soñé todo esto, el resto lo ha ido haciendo el tiempo y aunque los recuerdos se diluyen el sentimiento  perdura.

En el sitio de mi “encuentro”, se decía que había “chaneques” que eran unos duendecillos que jugaban con los niños y en ocasiones se los llevaban, supongo que casi siempre son invenciones de los mayores para provocar miedo en los niños e impedir que se pongan en peligro, yo estoy segura que había chaneques y duendes y de todo… ese lugar era mágico, era un rincón en Veracruz, que se llamaba “el Tamarindo”… aun pululan por ahí los chaneques y cada noche de muertos van a jugar con los niños, que aburridos encuentran “nuevos” amiguitos…

Según la antigua civilización Mexica, se cree que, cuando alguien muere, su espíritu continúa viviendo en Mictlán, (del náhuatl mic- 'muerte' y -tlan 'lugar de'), si morían en la batalla o el el parto iban a lhuicatl Tonatiuh, si la muerte era por agua iban a Tlalocan y los muertos antes de nacer regresaban a Chichihuacauhco (Lugar del árbol amamantador). Es un recinto creado por los Dioses, donde las almas eran sometidas a nueve pruebas, las nueve dimensiones del Mictlan eran:

  1. Apanohuaia o Itzcuintlan: Aquí había un río caudaloso, la única manera de cruzarlo era con ayuda de Xólotl. Si en vida no se había tratado bien a algún perro, el muerto se quedaba en esta dimensión por la eternidad.
  2. Tepectli Monamictlan: Lugar donde los cerros chocan entre sí.
  3. Iztepetl: Cerro de navajas; este lugar se encontraba erizado de pedernales.
  4. Izteecayan: Lugar en el que sopla el viento de navajas; este era un sitio con una sierra compuesta de ocho colinas y nevaba copiosamente.
  5. Paniecatacoyan: Lugar donde los cuerpos flotan como banderas; este lugar estaba al pie de la última colina del Izteecayan y ahí empezaba una zona desértica muy fría, compuesta de ocho páramos que había que recorrer.
  6. Timiminaloayan: El lugar donde flechan; aquí se decía era un sendero en cuyos lados manos invisibles enviaban puntiagudas saetas hasta acribillar a los pasantes.
  7. Teocoyocualloa: Lugar donde las fieras se alimentan de los corazones. En este pasaje, una fiera salvaje abría el pecho del difunto para comerle el corazón, ya que sin este órgano, la persona caía en un charco donde era ferozmente perseguida por un caimán.
  8. Izmictlan Apochcalolca: El camino de niebla que enceguece; en este lugar; se tenían que vadear nueve ríos antes de llegar al sitio donde le esperaba su descanso mortal.
  9. Chicunamictlan: Aquí las almas encontraban el descanso anhelado. Era el más profundo de los lugares de los señores de la muerte.
Este viaje duraba 4 años y después de pasar todas las pruebas, el tetonalli (alma), era liberada  para reposar plácidamente, hasta el día designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes, Esta es la razón por la que los deudos de un muerto que aun no llega al final de este viaje, es decir que tiene menos de 4 años de muerto, no se le espera al banquete. 

Escribí esto hace ya casi un año, y no encontré oportunidad para publicarlo en el 2010, se que es pronto para pensar en el Día de Muertos, pero NO quiero dejarlo "dormir" por mas tiempo, aprovecho que en estos días se cumplen 14 años de la muerte de una persona muy especial para mi, va por ti mi querido Olver y espero que acudas puntualmente a la cita, te esperaré como todos los años a ti y a todos mi muertos, que me protegen siempre, porque los siento cerca de mi y no necesito pruebas físicas de su presencia para saber que no me dejan nunca.

Un día me reuniré con ellos y no quiero dejar tarea pendiente, por eso aquí está



Mi calaverita 

Se la llevó la huesuda
Y no dejo ni las raspas
se creía muy "sesuda"
le dijo “esta noche cascas”

Estaba escribiendo un blog
de la vida y otras yerbas
y se quedó como en shock
la pantalla se hizo negra

Cerró sus ojitos "Cleta"
Y no dijo ni hasta luego
Ella que era tan coqueta
Le machacaron el ego

Fabito muy aliviado
Va al panteón con toda calma
Muy solito se ha quedado
Viendo su tele de plasma

El mando es para él solito 
Y ya nadie se lo quita
Nadie le ronca un poquito
Ni el despertador le pita

No la echaremos de menos
Ahora ya está de pachanga
Esta bailando en los cielos
Y cantando con charanga

A todos dejo de herencia
Mis cariños, mis consejos
Sin olvidar la querencia
Para que lleguen a viejos

Mi princesa no te aflijas
Me fui por la puerta grande
Solo quiero que tu elijas
Al que el corazón te ablande

Sira corre ya solita 
y en el camino verán
que me ayuda mi chiquita 
a pasar el Río Itzcuintlán 


la Josie se quedó helada
y nos dijo muy quedito
los espero en la quebrada
de mi lindo Acapulquito...

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